martes, 21 de febrero de 2017

Fraude científico, una lucha por la supervivencia



FRAUDE CIENTÍFICO


Buscando en la web sobre casos de fraude científico me ha llamado mucho la atención la cantidad de fraude científico que se ha llegado a cometer a lo largo de la historia de la Ciencia. Centrándome en mi área de estudio, la biomedicina, he leído unos cuantos casos de falsificación de datos mediante los cuales no sólo engañaron a las administraciones estatales para conseguir financiación, sino que también pusieron en peligro la vida de la gente.


Uno de los casos más vergonzosos me ha parecido el del científico estadounidense Eric Poehlman. Este científico fue durante dos décadas un pionero en la investigación sobre la obesidad y el impacto del ejercicio para la salud. Publicó más de 150 artículos relacionados con el área de investigación hasta que en 2005 fue juzgado y condenado a un año de prisión por falsificar datos con el fin de conseguir financiación del estado. En concreto, fue acusado por publicar investigaciones manipuladas en las que demostraba que unas inyecciones hormonales servían como terapia sustitutoria para la menopausia. Este caso me parece especialmente grave por el hecho de que dichas vacunas podrían haber podido tener efectos perjudiciales en las mujeres que lo empezaran a usar como terapia.


Otro caso que me ha parecido destacable es el del científico Dong-Pyou. Este científico trabajaba con vacunas contra el virus del VIH. Gracias a estos resultados su equipo de investigación recibió alrededor de 20 millones de dólares en ayudas del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos. Dong-Pyou fue condenado a 5 años de cárcel al descubrirse que había falsificado los datos obtenidos al probar la vacuna con la que trabajaba. No sólo es grave el hecho de que cometió fraude científico, sino que jugó con la esperanza de muchas personas.


En definitiva, cada año se dan muchos casos de malas prácticas y fraude en el  mundo de la Ciencia. Cómo bien se comenta en las lecturas, todo científico ha aceptado alguna vez el haber llevado a cabo prácticas cuestionables en el laboratorio. Una pregunta interesante es ¿dónde está el umbral? En mi opinión debería estar mejor regulado jurídicamente y debería haber mayor rastreo por parte de las revistas que publican los resultados. De este modo, los investigadores se replantearían más antes de llegar a esos límites.


Otra cuestión muy interesante es la razón que subyace a estos fraudes, el subsistir. El mundo de la investigación ha llegado a unas escalas de competitividad que impulsa hasta a los mejores a cruzarla. Cada vez cuesta más publicar en buenas revistas, no sólo esfuerzo sino que cómo bien lo indica en uno de los artículos del e-book cada vez es más caro  el publicar en buenas revistas. Todo esto teniendo en cuanta que los gobiernos en período de crisis lo primero que disminuyen son los fondos dirigidos a la investigación.



 

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